Estela Fernández Guerrero

Fisioterapeuta col. 8486

Se conoce como BRUXISMO al hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes sin ningún propósito funcional. Éste se puede producir durante el día o por la noche. El más frecuente es el relacionado con el sueño, siendo éste el más difícil de controlar.

Las personas que tienen bruxismo aprietan fuertemente los dientes y los mueven de atrás a adelante y viceversa. La mayoría de las veces  lo realizan de forma INCONSCIENTE. Un continuo apretar produce un importante desgaste de las piezas dentales.

Uno de los principales problemas del bruxismo es que cuando los dientes ejercen una presión excesiva o alterada, se produce una contracción refleja en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. Si esta circunstancia no se soluciona, puede causar problemas en la articulación temporomandibular.

CAUSAS

Las causas que originan el bruxismo apuntan al ESTRÉS como el principal desencadenante. Además del estrés existen otros factores que pueden contribuir a su aparición, como:

• Tensiones posturales
• Tipo de alimentación y hábitos tóxicos
• Los hábitos de sueño
• Mala alineación dental o faltas de piezas dentales
• Ansiedad y depresión

Es importante valorar en cada caso las posibles causas, ya que en un mismo individuo la causa suele ser MULTIFACTORIAL.

DIAGNÓSTICO

Es habitual que el paciente no presente síntomas por lo que algunos desconocen que tienen esta patología. Normalmente el diagnóstico se produce durante una revisión odontológica, una valoración de fisioterapia o cuando el paciente pide consulta por un dolor repetitivo en la cara y en el cuello. Con frecuencia es alguna persona del entorno la que detecta que al dormir el bruxista hace ruido debido al rechinar de los dientes.

     Los principales síntomas son:

• Dolor de cabeza
• Dolor de oído
• Sensibilidad muscular
• Dolor o inflamación en la mandíbula

TRATAMIENTOS

Las terapias que se aplican para tratar el bruxismo tienen como objetivo la reducción del dolor, la prevención del desgaste de las piezas dentales y los daños permanentes en la mandíbula y la disminución del rechinamiento de los dientes.

Las férulas de descarga y los protectores dentales, suelen emplearse para evitar el bruxismo mientras el paciente duerme, evitando así un desgaste de los dientes.

Aunque este sea el método más utilizado, su principal función es básicamente la de PROTECCIÓN de las piezas dentales. Además es necesario realizar un tratamiento sobre el sistema musculoesquelético con el objetivo de REEQUILIBRAR LAS TENSIONES producidas por la contracción muscular anormal.

La fisioterapia y la osteopatía abordan el bruxismo más allá de la mandíbula:

• POSTURA: La actitud postural de cada individuo y cómo se realizan las actividades de la vida diaria puede influir en las tensiones mandibulares, por lo que es importante una buena reeducación postural.
• TERAPIA MANUAL: La terapia manual analítica tratará las estructuras concretas que estén en disfunción.
• TRATAMIENTO ANALGÉSICO: En caso de mucho dolor, su fisioterapeuta puede aplicar electroterapia y/o termoterapia con el objetivo de disminuir el dolor.
• CONSEJOS DE PREVENCIÓN: No mascar chicle, evitar el estrés, reducir el consumo de café, tomar conciencia en qué momentos se realiza el apriete de los dientes, no morderse las uñas.
• TÉCNICAS DE AUTORRELAJACIÓN: Existen ejercicios de automasaje y técnicas de relajación que además de aliviar la sintomatología, harán que tenga una sensación de bienestar general.

En caso que se identifique con algún síntoma o signo de que usted sufra bruxismo, no dude en ponerse en contacto con su fisioterapeuta u osteópata de confianza.