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LA VIDA MODERNA Y EL ESTRÉS

LA VIDA MODERNA Y EL ESTRÉS

 

Cristian Justribó Manion

Fisioterapeuta col. 7529 / Osteópata MROE DO 530

 

La vida moderna es estresante. Constantemente tenemos cosas importantes en nuestra mente. Vencimientos, exámenes, los niños, días de trabajo largos, etc.  Está estudiado que hoy en día, en los países avanzados dormimos de media una hora menos que hace sesenta años. Esto significa que nos reponemos peor del agotamiento y vivamos en un constante estado de alarma.

Los profesionales de la salud vemos cada vez más, en nuestras consultas, desarreglos orgánicos y físicos derivados de este agite constante. Los casos de dolor de tipo PSICOSOMÁTICO (dolor dorsal, lumbar), FIBROMIALGIAS o FATIGAS CRÓNICAS son cada vez más y más frecuentes.

 

CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS EN EL ORGANISMO

Cada día nuestro cuerpo libera una cantidad de diferentes sustancias para hacer frente a todos los procesos fisiológicos. Una de ellas es el CORTISOL. El cortisol es una hormona reguladora producida por las glándulas suprarrenales (situadas encima del riñón). En situación normal se libera en cantidades óptimas y necesarias para mantener la homeostasis del sistema. Sin embargo, los problemas aparecen cuando se disparan los niveles de ésta sustancia afectando negativamente al funcionamiento del organismo.

El estrés de distintos tipos tiene como consecuencia, que el hipotálamo (una región del cerebro) arranque un mecanismo de ALARMA DEL ORGANISMO provocando que la glándula hipófisis (situada en la base del cerebro en la silla turca) comience a estimular la formación de CORTISOL.

Esta cascada de procesos tiene como resultado un AUMENTO DE NIVELES DE GLUCOSA en sangre para poder aportar suficiente glucosa al cerebro en situación de estrés. Este aumento de glucosa hace que en un primer momento estemos mentalmente más despiertos, pero mantenido en el tiempo favorece aparición de problemas de diabetes.

 

Los altos niveles de cortisol provocan que la energía sea retirada del tracto gastrointestinal DISMINUYENDO LA PRODUCCIÓN DE LAS ENZIMAS necesarias para digerir la comida y REDUCIENDO LA ABSORCIÓN DE MINERALES Y NUTRIENTES. Por ello, el estrés es una de las razones de que el sistema digestivo no funcione correctamente.                                                                                                  

El cortisol también tiene un EFECTO ANTIINFLAMATORIO. Si nuestro cuerpo está en peligro (infección, enfermedad) el aumento de cortisol en un primer momento es positivo porque disminuye la sensación del dolor y permite luchar contra las agresiones. Pero si el alto nivel de cortisol se mantiene en el tiempo, tiene un EFECTO INMUNOSUPRESOR que debilita nuestras defensas haciendo que enfermemos con mayor facilidad.

El cortisol también es el responsable de despertarnos por la mañana. Por lo que si tenemos exceso de éste, se producirán PROBLEMAS DEL SUEÑO.

Además, el estrés prolongado produce una liberación de ADRENALINA y NORADRENALINA a nivel de la glándula suprarrenal. Estas hormonas producen un aumento de fuerza muscular, de la actividad mental pero a su vez un aumento de la PRESIÓN ARTERIAL y redireccionan la sangre al corazón, hígado y músculos.

Todo esto mantenido en el tiempo aumenta el riesgo de sufrir TRASTORNOS CARDIOVASCULARES, DIABETES TIPO II, OBESIDAD, INSOMNIO entre otros.

 

ENFOQUE OSTEOPÁTICO

El estrés hace trabajar más a los órganos y hace que éstos sean más propensos a inflamarse. El hígado, vesícula biliar, riñón, glándula suprarrenal, vejiga y sistema mientérico (intestino delgado y grueso) sufren en un estado de alerta continuado.

Cuando una víscera se inflama, cambia su volumen y su acidez. Este cambio lo podemos notar como dolor en la espalda. Es lo que llamamos REFLEJOS VISCEROSOMÁTICOS:

  • El hígado, vesícula, riñones, intestino delgado y colon ascendente influyen en la zona dorsal media (T5-T8).
  • La glándula suprarrenal y el colon descendente influyen en la zona dorsal baja (T9-T12).
  • La vejiga influye en las lumbares altas (L1-L2).

Por lo tanto el estrés prolongado puede llegar a reflejarse en la zona dorso-lumbar dándonos LIMITACIÓN EN LA MOVILIDAD y DOLOR DE ESPALDA.

 

TRATAMIENTO OSTEOPÁTICO

En un tratamiento osteopático en un paciente con dolor de espalda y estrés se realiza un interrogatorio completo y un análisis mecánico y de la espalda analizando:

  • Conductas o hábitos que sean negativos para el paciente.
  • Si alguno de los niveles vertebrales  relacionados con el estrés, comentados anteriormente, están en disfunción.
  • Si se observan patrones posturales que perjudican el funcionamiento visceral, como un diafragma tenso, hipercifosis dorsal, hiperlordosis lumbar etc.

El diafragma es un órgano vital tanto en el mantenimiento de la postura, como en el buen funcionamiento visceral. Si el diafragma no se mueve bien, no tendremos un correcto bombeo visceral favoreciendo patología inflamatoria y estancamiento venoso.

El tratamiento se enfoca en terapia manual de las zonas afectadas y los consejos nutricionales en función del órgano que se sospecha que esté afectado.

 

NUTRICIÓN Y ESTRÉS

Deberíamos reducir la ingesta de alimentos que hagan trabajar al hígado. Tales como el alcohol, café, carne roja, fritos, azúcares, lácteos, chocolate con leche. Deberíamos evitar harinas refinadas (pan, croissant, galletas etc.) ya que son ricos en azúcares y son de difícil digestión para el intestino delgado. Por último, evitar exceso de sal, tomate, espárragos ya que tienen un efecto excitante en el intestino delgado y  riñón aumentando la función excretora.

Si últimamente estás siempre cansado, apático, tienes dolor de espalda, prueba estos consejos con un aumento de la actividad física. Con mucha probabilidad te sentirás mejor con el paso de los días. Si persisten las molestias no dudes en consultar a tu profesional médico de confianza.